Eslovenia durante el período de carnaval huele a delicias de carnaval, entre las cuales ocupan un lugar especial los buñuelos krofi. Como cita el conocido etnólogo esloveno Janez Bogataj, las raíces de los buñuelos krofi vienen desde la Viena imperial, en el que la chef de la corte Cecilija Krampf fue la primera que empezó a prepáralos. Las bolitas de Cecilija poco a poco comenzaron a conquistar a toda la monarquía. En el territorio esloveno preparaban los buñuelos krofi, que de los buñuelos “imperiales” diferían un poco por el tipo de preparación, tamaño y rellenos. Mientras en Viena los freían en mantequilla caliente, nuestros antepasados los freían en manteca de cerdo y posteriormente en aceite. Los buñuelos krofi originales tenían formas irregulares con apéndices como zarpas, de allí también su denominación. Los llamaban también fanclji. Hoy, con un gran placer mordemos los buñuelos krofi redondos fritos con una bonita corona más clara en el centro.
Ingredientes:
Preparación:
Primero es necesario preparar la levadura madre desde la levadura desmenuzada, a la que hay que añadir una 1 cucharadita de azúcar (quitando esta cantidad de la cantidad total de azúcar), 2 cucharadas de leche y espolvorear con un poquito de harina. Colocar la harina en un recipiente, hacer un agujero en el medio y verter dentro la levadura madre. Tapar y dejar reposar durante unos minutos para que la levadura madre empiece a fermentar.
En un recipiente a parte mezclar la leche templada, la mantequilla derretida, las yemas, azúcar, sal, la cascara de limón y el ron y verter todo en la masa. Amasar hasta conseguir una masa suave y compacta que debe fermentar en un lugar cálido al menos durante una hora.
Bregar la masa en una superficie con harina. La masa extendida debe tener aproximadamente 1,5 cm de grosor y con un círculo redondo (aproximadamente de 5-8 cm) cortar en forma de círculos. Tapar los círculos cortados, es decir, los buñuelos krofi con un mantel y dejar nuevamente reposar y fermentar al menos media hora.
Calentar el aceite para freír en la sartén y desde la parte superior hacia abajo colocar los buñuelos krofi fermentados. Después de unos minutos, girar los buñuelos y freír también por la otra parte, para que obtengan un bonito color dorado-amarillo. Retirar del aceite los buñuelos krofi con la ayuda de una espumadera y colocarlos sobre papel de cocina para que se absorba la grasa sobrante.
Con una jeringuilla inyectar la mermelada de albaricoque, colocar los buñuelos sobre una bandeja y espolvorear con azúcar glas.
Si la preparación de los buñuelos krofi de carnaval te parece demasiado complicada, puedes probar a hacer otra delicia más simple para los días de carnaval – los buñuelos fritos miške. Al igual que los buñuelos krofi, están preparados de masa de levadura, a la que a menudo añadían pasas y manzana cortada en trocitos finos. Al igual que antiguamente los buñuelos fanclji, los buñuelitos miške también tienen formas irregulares, pero sin embargo son muy sabrosos. ¡Pruébalo por tu mismo/-a!
Ingredientes
Preparación
Amasar la masa con levadura más suave, amasar en ella las pasas y dejar reposar y fermentar. Con una cuchara engrasada amoldar la masa e introducirla en el aceite caliente. Freír hasta conseguir el color amarillo de los buñuelitos.
Sacar los buñuelitos fritos miške del aceite, colocarlos en un plato y (si se desea) espolvorear con azúcar.
Si quieres probar los buñuelos krofi eslovenos más conocidos, párate en Trojane. Antiguamente fue una importante oficina de correos y parada militar de los Romanos y una estación de conductores de carrozas en la “antigua calle dunajska cesta”, hoy es un verdadero centro de peregrinación de los buñuelos krofi. En la taberna Konšek tienen una tradición de casi 170 años friendo los buñuelos krofi de Trojane desde los años 60 del siglo XX. Y si en aquella época freían en un día unas decenas, estos números hoy han incrementado mucho – entre 2.000 y 5.000, durante el período de carnaval y en otras ocasiones especiales incluso más. La siguiente vez que estés de camino entre Liubliana y Maribor, párate en Trojane y muerde tu delicioso buñuelo krof.
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