Amistad a primera vista
Era una rara mañana de sábado de agosto cuando íbamos con Janja por las carreteras con muchas curvas hacia Kobarid, hasta el famoso restaurante Hiša Franko, donde Ana Roš escribe su cuento de hadas culinario. La chef autodidacta, que renunció a su carrera diplomática por amor y convirtió a Hiša Franko en uno de los mejores restaurantes del mundo, logró hacer de Kobarid un destino reconocible entre los gourmets, a pesar de que sea un lugar bastante remoto en Eslovenia. Su restaurante suele estar reservado con meses de antelación y los clientes siguen queriendo hacerse fotos con ella como si fuera una estrella de cine.

Janja Garnbret, la embajadora del turismo esloveno y la mejor escaladora deportiva de todos los tiempos, dijo una vez que le encantaba la buena comida. Su comida preferida es el sushi. Y puesto que Ana Roš también es apasionada de deporte, ya que en su juventud entrenaba el esquí y fue también miembro de la selección eslovena, la idea de presentar a estas dos extraordinarias mujeres surgió de manera natural. En ese momento no sabíamos que estas dos damas tenían tanto en común y que el tiempo estimado para la visita fuera demasiado corto.

«Todo es cuestión de perseverancia»
Las energías de estas extraordinarias mujeres se conectaron en el momento en que se sentaron a tomar un café en el patio de Hiša Franko con vistas de los majestuosos picos de las montañas de fondo. «De niña me subía a todos los árboles y armarios, y por eso mis padres me llevaron al club de escalada local, donde dijeron que tenía mucho talento... el resto es historia», explica Janja sobre cómo se metió en el mundo de la escalada. «No creo que el talento sea lo que te hace ser el mejor. Se trata más de perseverancia. Tengo la suerte de tener ambas cosas», añade.
Ana no podía estar más de acuerdo; Como chef autodidacta en un mundo, el de la gastronomía, predominado de hombres, seguramente sabe lo importante que es ser perseverante si quieres tener éxito y lo importante que es ser fiel a ti mismo. «En Hiša Franko, nos enfocamos en la historia local», continúa Ana. «Todos nuestros productos son de origen local y sostenible. La temporada y la disponibilidad de los cultivos determinan nuestra carta y no al revés ... Este año, por ejemplo, debido a la extrema sequía no hay setas en la zona. Por eso no las tenemos en el menú. No cambiamos el menú semanalmente, sino puede que todos los días si los ingredientes no están disponibles».

«Si animan para mí, tengo que devolverles algo.»
Janja Garnbret quería experimentar el ambiente en una cocina profesional y Ana estaba feliz de enseñárselo. Era alrededor del mediodía y los primeros invitados comenzaron a llegar para almorzar. «Quiero que Janja experimente el verdadero pulso en nuestra cocina. Quiero que vea que es el espíritu de equipo lo que hace que nuestra historia sea grande», dijo Ana, mientras acompañaba a Janja a la cocina. Yo ayudaría a emplatar los platos.

Cuando Janja entró en el restaurante, el equipo de Ana estaba visiblemente entusiasmado. Muchos incluso quisieron fotografiarse con ella. Y parecía que esto no le molestaba en absoluto. Cuando se le preguntó cómo se sentía con toda la atención que solía recibir, solo sonrió: «No tengo ningún problema con eso. «Si animan para mí, tengo que devolverles algo.» La idea de «devolver» es cercana a ambas damas. Ana también está involucrada en muchos proyectos que «devuelven», en su caso, principalmente a los proveedores locales de la zona.

«Me gustas mucho, pero no conseguirías este trabajo».
«Me gustas, pero no te contrataría», dijo Ana con picardía a Janja, mientras Janja intentaba colocar los ingredientes en el plato, tal como le mostraron. Las dos empezaron a reírse a carcajadas por lo que había dicho Ana y Janja admitió que se necesitaba bastante práctica ya solo para «poner la comida en los platos de forma creativa». «¿Cómo se te ocurrieron unos platos y comidas tan maravillosos?», preguntó a Ana. «Los veo», dijo Ana, y Janja exclamó: «Yo también puedo ver al menos tres soluciones hacia el top en la escalada.»

Nos quedamos asombrados de que estas dos increíbles mujeres tengan más en común de lo que pensábamos. Pero lo que las hace las mejores es su increíble y contagiosa energía. Ambas tuvieron sus altibajos, pero lo más importante es que siempre se levantaron y siguieron luchando. A pesar de que la pasión es lo que les hace llegar más lejos y esforzarse por ser aún mejores, definitivamente no es lo que les impide perseguir sus sueños.
Si recordamos bien, esto es exactamente lo que otro increíble deportista esloveno, el portero de fútbol Jan Oblak, dijo una vez sobre la mentalidad eslovena en una entrevista para The Guardian: «La mentalidad eslovena es buena, especialmente porque nuestras mentes suelen ser frías». ¿Es la combinación de una mente fría y un corazón caliente el secreto del éxito de los eslovenos? Probablemente sea así.

«Llámame cuando quieras o necesites un consejo – incluso si se trata de cuánto tiempo cocinar los espaguetis», dijo Ana antes de despedirse de Janja con un abrazo. Nos fuimos con una grata sensación de que este encuentro fue probablemente el comienzo de una gran amistad.