
Esperando la nueva cosecha en primavera y en verano
Por las tierras vitivinícolas ya en primavera florecen las fiestas y los festivales, relacionados con el vino y la gastronomía local. En el mes de abril en Brda puedes participar en los festivales Brda y vino o Días de rebula y aceite de oliva. La primavera de Izola normalmente comienza con el Festival internacional de los vinos naranjas el último viernes de abril. A principio de junio las calles de Izola reviven en la fiesta de aceitunas, vino y pescado. El festival de vino más grande de Eslovenia llamado Vinska vigred, se celebra en mayo en Metlika en Bela krajina. En el Festival del vino y chocolate en Podčetrtek, a principios de mayo podrás, además de tomar una copa de vino, también endulzarte. En este mes puedes también pasarte por Marezige en la Istria eslovena, donde ya desde hace varios años preparan la tradicional Fiesta de refošk. En mayo, en la región de Dolenjska celebran su particular variedad entre los vinos, cviček, en el tradicional evento Semana de cviček.

En los festivales de verano el vino se junta con diferentes campos de creación cultural. Esto pasa por ejemplo en Ptuj, donde en agosto se organiza el evento Días de poesía y vino. Los amantes del vino teran y jamón de Karst tienen que visitar en agosto el pueblo Dutovlje, donde se celebra el evento Fiesta de teran y jamón. En la entrada del otoño hay un ambiente animado también en Lendava, donde se celebra el Festival Vinarium.

En otoño nos alegramos de la nueva cosecha de vino
Además de las numerosas vendimias y celebraciones martinovanje, en otoño puedes encontrarte también con otros eventos relacionados con el vino. Entre los más grandes está el Festival de la vieja vid en Maribor. En noviembre puedes degustar las nobles gotas en el Festival esloveno de vinos en Liubliana. En septiembre hasta en Bohinj, que no es considerada una zona vitivinícola tradicional, puedes brindar con el vino en el Festival de vino y queso.

Donde se encuentre con un ramo de hiedra
Todas las estaciones están llenas de alegría en el Carso donde los productores de vino van abriendo osmice: las tabernas ocasionales. Una tradición de más de doscientos años que está viviendo una de sus mejores épocas. El permiso que obtienen los agricultores y viticultores para poder, durante ocho días al año, vender sin impuestos las sobras de vino, jamón casero y otros productos de charcutería, es la garantía de un evento social lleno de alegría. El pan casero, potica y štruklji (un tipo de pasta rellena) alegran los ánimos. Osmicas tienen lugar durante todo el año y las señales que llevan a ellas son los ramos de hiedra que se encuentran al lado de la carretera y en los cruces.
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